martes, 4 de abril de 2017

Reflexión final basada en experiencias docentes

Pues bien, para terminar mi participación en este curso, del que he aprendido mucho, quisiera, más que plantear un proyecto, contar mi experiencia en las aulas. Soy profe de filosofía, una de lo saberes más bonitos, al menos desde mi punto de vista, y en el que tienen cabida temas maravillosos, y que además, como para la mayor parte de la sociedad y los legisladores educativos, es una asignatura irrelevante, insignificante e inútil, me permite poder programar ciertos temas que no se darían en otras materias, como por ejemplo la igualdad, y puedo tomarme mi tiempo y debatir críticamente con los alumn@s. Pues bien, en estos años que he tratado el tema en clases de 4º de la ESO y 1º de bachillerato, la respuesta no ha sido lo buena que esperaba. Después de proyectar algún documental, programa o película, la conclusión y el interés no es el que uno espera, y ¿cuál es? os podéis preguntar; pues parece, al menos esa es mi intuición, como hace unos días les comentaba a unos alumn@s de bachillerato, que el tema de la igualdad entre sexos, en nuestro país, parece que ya está superado y pasado de moda; parece que a los alumn@s les cansa ya el tema, y es algo que me preocupa, porque creo que queda mucho por conseguir, incluso en países como el nuestro, y por ello sigo en la brecha, aunque parezca cansino. Me quedaría con una de las frases que Rosa Mª Calaf expresaba en el programa Salvados de la 13ª temporada que se titulaba "Nosotras", y que recordando una frase de Napoleón que decía que el pueblo no tiene que ser libre sino tan sólo creer que lo es, nos decía, que la sociedad actual, a través de los medios, nos hace creer que la igualdad está conseguida aunque tal afirmación sea una quimera. Ante tal panorama, no cabe más que persistir, hablarles de feminismo, de mujeres que perdieron su vida luchando por conseguir unos derechos que se les negaban, que descubran que el mundo sigue siendo patriarcal, que piensen que un mundo liderado por mujeres podría ser un mundo mejor, y que para descubrir si es así se debe permitir el cambio real en la política mundial. Y si los libros de texto no hablan de mujeres, habrá que dejar tales libros a un lado y hacer temas y transmitir ideas dónde las mujeres tengan cabida. Si no se conoce a las mujeres de la generación del 27 (las "sin sombrero") habrá que acudir a la web y explicar que las mujeres también crearon e hicieron cosas maravillosas. Hay que recuperar a las mujeres olvidadas de la historia, hay que transmitir a los alumn@s que las tareas domésticas y el cuidado de los niños es asunto de hombres y mujeres, los medios deben dejar de cosificar a la mujer. Si la educación es el motor de los cambios, al menos es lo que me gusta pensar, no hay más que machacar estas ideas, hasta que llegue el tiempo de recoger los frutos y poder hablar de una igualdad real entre hombre y mujeres. Esperemos que la espera no sea muy larga por el bien de la humanidad.